martes, 26 de enero de 2010

NIÑOS CRISTALES

Los Niños Cristal empezaron a aparecer en el planeta desde aproximadamente el 2000, aunque algunos llegaron un poco antes. Estos son niños extremadamente psíquicos, cuyo propósito principal es llevarnos al siguiente nivel de la nuestras evolución, y para revelarnos nuestro poder interno y divinidad. Ellos funcionan como una conciencia grupal en lugar de funcionar como individuos, ya que ellos viven por la "Ley de Uno" o Conciencia de Unidad, siendo una poderosa fuerza para el amor y paz del planeta.
La primer cosa que la mayoría de la gente nota en relación a los Cristales son su ojos, grandes, penetrantes, y sabios más allá de su edad. Sus ojos los persigue y los hipnotizan, mostrando al niño el Alma de par en par sin mentiras ni falsedades...

Son felices, encantadores y compasivos. Esta generación de nuevos trabajadores de la luz, escasamente de 0 a 7 años, no son como ninguna generación previa, ellos son los punteros a donde la humanidad se dirige... ¡y es una buena dirección!

Es verdad que los Niños Cristal son diferentes de las otras generaciones. ¿Pero por qué necesitamos crear una patología de estas diferencias? ¿Si los niños son exitosos en sus comunicaciones en el hogar, y los padres no están reportando ningún problema... entonces por qué tratar de crear un problema? El criterio del diagnóstico para el autismo es muy claro. Este establece que la persona con autismo vive en su mundo propio, y está desconectado de la otra gente. La persona autista no habla porque es indiferente a comunicarse con los otros.

Los Niños Cristal son muy opuestos a eso. Ellos están entre los más conectados, comunicativos, cariñosos y mimosos que cualquier otra generación. Ellos también tienen dones muy filosóficos y espirituales. Y ellos despliegan un nivel sin precedentes de gentileza y sensitividad a este mundo. Los Niños Cristal espontáneamente abrazan y cuidan de la gente que lo necesita. ¡Una persona autista no haría eso! Si algo es disfuncional, son los sistemas que no son adecuados a la evolución continua de la especie humana. Si nosotros avergonzamos a los niños con etiquetas, o les damos medicamentos para tenerlos en la sumisión, nosotros habremos menoscabado un regalo enviado por el cielo. Nosotros habremos destrozado una civilización antes de que tengan tiempo de echar raíces.

Afortunadamente, hay muchas soluciones positivas y alternativas. Y el mismo cielo nos ha enviado a los Niños Cristal para que puedan ayudarnos a quienes de nosotros somos abogados de los niños.

Ambos tienen hélices de el ADN activadas que el resto de los mortales no tienen. Con el motivo de que sean seres más conscientes, despiertos y preparados para ayudar al cambio y continuar las nuevas sociedades, una vez se hayan asentado éstos.

Cristal viene de Cristo. Los Niños Cristal son niños pacificadores, vulnerables, que tienden a meterse hacia adentro, incluso desconectándose lo mejor que pueden de los humanos, haciéndolo lo mejor que pueden para sobrevivir en un mundo donde todavía no encajan. Parece ser que llevan cuatro décadas encarnados preparando el camino para el cambio... ardua tarea para ellos.

Para poder reconocer a un Niño Cristal, las características más evidentes son las siguientes:

Son extremadamente sensibles a todo su medioambiente: sonido, colores, emociones negativas, olores, comida, productos químicos, la ropa que visten, la violencia, la conciencia de grupo, las frecuencias electromagnéticas, destellos solares... Si un Niño Cristal se encuentra en un entorno agresivo, desequilibrante, con oscilaciones energéticas considerables y emociones exageradas, tienen a huir física o psíquicamente, ya que es insoportable para ellos.

Tan sensibles, que son profundamente vulnerables. Por este motivo pueden desarrollar una personalidad aparentemente fuerte y agresiva que les protege del exterior.

Necesitan pasar tiempo en soledad, no viven bien en grupos pues pocos entienden su necesidad de soledad. Cuando no se respeta su soledad, se desequilibran y pierden la conexión con su Ser, que es la orientación que les mantiene unidos al TODO.

Deben entrar en comunión con la naturaleza y los elementos diariamente. El Espíritu de la Naturaleza les ayuda a equilibrarse y limpia las energías no armoniosas que les aturden profundamente. Las grandes ciudades, repletas de agresiones, ruidos, poluciones, energías agresivas, desequilibrios... son hogueras donde su espíritu vulnerable se quema sin remedio. Cuando están en y con la Naturaleza, ésta les permite sentirse profundamente conectados a la esencia de la existencia, les permite observar la belleza de la Creación, les permite sentirse plenos, les permite agudizar los sentidos y llenar los pulmones de aire fresco necesario para subsistir. La Naturaleza es su fuente de energía positiva y el Sol les recarga las pilas, necesario para poder sobrevivir en un mundo como el nuestro.

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